Pero antes, una parada en el mercado de los labradores.
Muy turístico, y buen producto nacional!
Abajo el pez espada. Viven en zonas profundas. Tienen los ojos y los dientes enormes.
Abajo el pez espada. Viven en zonas profundas. Tienen los ojos y los dientes enormes.
Los hemos comido todos los días.
Hay mucho ambiente, dentro y fuera.
Estas columnas sujetan la pista de aterrizaje. Impresiona!
Comenzamos la senda. Vemos las maniobras para tomar tierra de algunos aviones.
Nos acordamos de nuestra llegada, que no olvidaremos en mucho tiempo.
Nos acordamos de nuestra llegada, que no olvidaremos en mucho tiempo.
Hierbas y matorral secos. Es el reino de la lava.
Algunos saben sacarle partido.
Una bandada de jilgueros (carduelis carduelis parva) rebusca las semillas del cardo.
Se dejan disfrutar los acantilados.
Mirando atrás se puede ver la costa norte, cubierta de nubes.
Se lleva bien el calor, hace mucho viento.
La costa sur queda protegida y parece que no nos libramos de un buen baño.
Una parada para mirar y ser vistos.
Ahora toca subir.
Delante, el cabo inaccesible y el faro.
Estas descaradas lagartijas han sido las protagonistas de la ruta. Hay miles!
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